En un mundo lleno de distracciones, vivir el momento presente se ha convertido en un desafío. Constantemente pensamos en lo que hicimos ayer o en lo que tenemos que hacer mañana, olvidando que el único momento que realmente tenemos es el ahora. Vivir en el presente no solo mejora nuestra salud mental, sino que también nos ayuda a disfrutar más de la vida.
La práctica de la atención plena, o mindfulness, se ha vuelto popular precisamente por esto. Nos invita a prestar atención a lo que está ocurriendo en este momento, a nuestras emociones, pensamientos y entorno, sin juzgarlos. Aprender a vivir de esta manera nos libera del estrés y la ansiedad que generan las preocupaciones sobre el futuro o el pasado.
Consejo: Un ejercicio sencillo para empezar es tomarte cinco minutos al día para concentrarte en tu respiración. Observa cómo entra y sale el aire de tus pulmones, sin intentar controlarlo. Este pequeño hábito te ayudará a traer tu mente de vuelta al presente.
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